Con
el presidente de Colombia Iván Duque no sabemos si estamos frente a un político
zamarro que, como buen estratega, oculta sus movimientos o por el contrario
estamos frente a un político ingenuo dechado de buenas intenciones.
El
Iván Duque zamarro podría ser aquel que ya está articulando fuerzas internas y
externas para una inevitable intervención militar en Venezuela. Al tiempo que
se prepara para actuar confunde a su adversario con una creíble retórica
pacifista que niega la intervención. Sin embargo, el discurso del ex presidente
Uribe ante el Senado de Colombia apoyando la intervención de Duque en Venezuela
confirmaría que hay en desarrollo una política del estado colombiano a tal
efecto.
El
Iván Duque ingenuo sería aquel que contra toda la lógica contenida en El
Príncipe de Maquiavelo efectivamente revela sin reservas sus planes e
intenciones. Es aquel que espera agotar todas las instancias burocráticas
internacionales para atender la crisis de Venezuela que por su impacto
migratorio ya lo es también de Colombia. Entonces habría que darle todo crédito
a las declaraciones de Duque rechazando una intervención militar en Venezuela
auspiciada por Colombia.
Las
últimas declaraciones de Iván Duque podrían significar una cosa u otra si no se
toman en un contexto determinado. Pero es que Duque sin haber endosado el
comunicado del llamado Grupo de Lima reacciona precisamente al mismo tenor que
los embajadores condenando a Luis Almagro por sugerir que la opción militar
seguía en la mesa como una salida para Venezuela.
En
una entrevista realizada por Radio Caracol el presidente colombiano Iván Duque
dijo: “Si una intervención militar se lleva a términos belicistas termina
legitimando al dictador porque él siempre está buscando crear la figura del
enemigo invasor para él aferrarse al poder".
Así
Iván Duque se nos muestra como un político ingenuo y no zamarro cuando cree
posible que una intervención militar no sea belicista. Duque es víctima de una
concepción metafísica de la política que cree ciega y antihistóricamente que la
paz se logra deseándola.
Luego
dice Duque que dicha intervención (militar) “terminaría legitimando al
dictador.” ¿Legitimando? ¿Entiende Iván Duque que el núcleo de la legitimidad
es la aceptación y reconocimiento? ¿Quienes aceptarían al tirano luego de la intervención?
¿Los venezolanos? ¿La llamada comunidad internacional?
Además
sugerir que el régimen de Maduro se aferraría al poder como resultado de esa
intervención es admitir que hoy aun no lo está lo cual es una afirmación audaz
desmentida por la realidad. Es todo lo contrario. A Maduro y su régimen hay que
sacarlos del poder precisamente porque están aferrados a él y no lo entregaran
de ninguna otra forma.
La
lógica que usa Iván Duque para argumentar su rechazo a una intervención militar
en Venezuela revelan una gran ingenuidad por parte del novel presidente. Cada día
que Duque invierta en buscar salidas pacifistas serán aprovechadas por el
régimen de Maduro para ganar tiempo y desbancar al gobierno colombiano.
Tarde
o temprano Colombia se verá obligada por la fuerza de los hechos a intervenir
militarmente en Venezuela a pesar de las ingenuidades pacifistas de Iván Duque.
Todo dependerá de cuándo Duque despierte y se entere de la realidad. @humbertotweets
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