La
pregunta plantea uno de los escenarios posibles para el desenlace de la grave
crisis social y política que vive Venezuela. Ante la inexistencia de formas institucionales
para desplazar a la dictadura y la inhibición del conjunto de las Fuerzas
Armadas se abriría la posibilidad de una intervención militar internacional
para proteger a la población civil venezolana víctima de su propio gobierno.
Este
escenario surgiría como la opción con más fuerza ante el convencimiento de la
comunidad internacional que efectivamente la asimetría del conflicto venezolano
no le permite al pueblo defenderse por sus propios medios o impulsar un cambio
político. A esto habría que agregar la obligación moral de países vecinos y
hermanos, a no ser indiferentes ante la tragedia que se sufre en Venezuela.
Esta
hipótesis trae consigo el problema de que hacer una vez que el objetivo militar
y político de descabezar la narcotiranía se haya logrado. ¿Como recomponer un
país y su fuerza armada bajo la tutela de una fuerza militar extranjera? ¿Es
eso posible?
Siendo
todas estas preguntas legítimas, sin embargo, el precio de no hacer nada para
corregir la situación parece mucho más elevado que intervenir militarmente de
alguna forma para detener un caos que no solo afecta a los venezolanos si no
que ya, de hecho, se está extendiendo más allá de las fronteras hasta llegar al
corazón de Colombia y Brasil.
Este
debate no tendría lugar de existir fuertes sectores en las FANB dispuestos a
actuar para derrocar a la dictadura. Pero eso tampoco está muy claro y lo que
hemos visto hasta ahora son expresiones aisladas de rebelión que aun no tocan
masa crítica en el seno de las FANB. Sin embargo, las condiciones objetivas
existen para que surja un movimiento liberador en las fuerzas armadas
venezolanas. El descontento que impera en el país permea a todos los niveles de
la estructura militar donde sus miembros ya son víctimas de las mismas
carencias que afectan al resto de los venezolanos.
La
primera fase de esta intervención militar internacional será un bloqueo económico
para quitarle recursos al régimen, aplicar presión sobre factores internos y
dar oportunidad a sectores en las FANB a realinearse al lado del pueblo como
resultado de una potente fractura militar.
Si
esta presión no logra su objetivo entonces estaría pavimentada la vía para una
intervención militar directa que algunos analistas han calificado como
“quirúrgica” al sugerir que sólo se concentraría en extraer o eliminar aquellos
elementos del régimen sindicados de narcotráfico y terrorismo en instancia
internacionales. Pero, como ya lo hemos explicado, se trata de una opción que
tiene implicaciones que podrían resultar negativas para desarrollos ulteriores
en Venezuela.
En
cualquier caso parece que ha llegado el momento para que las FANB definan si
siguen apoyando al régimen, caminando hacia el colapso de la república que
también lo sería el de la institución armada. O si por el contrario restablecen
su lealtad al pueblo.
La
intervención militar internacional nunca será la opción más deseable para
Venezuela. Unas FANB realineadas con el pueblo podrían ahorrarle al país ese
grave accidente histórico. @humbertotweets
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