domingo, 7 de enero de 2018

Las FANB serán culpables de la intervención

En teoría las Fuerzas Armadas deberían estar al servicio de todos los venezolanos y dedicadas a preservar la integridad de la república. Pero no en Venezuela donde los militares han quedado reducidos a las patas de la mesa que sostiene al régimen. Esta muy claro que sin el apoyo armado de las FANB la pandilla que gobierna ya estaría fuera del poder. Pero los militares usan las armas de la república para chantajear a la mayoría del país que está desarmado para imponer a juro un régimen tirano.
Lo que estamos viviendo es mucho más grave y complejo que la influencia de la ideología y la propaganda comunista que Chávez impuso como doctrina en las fuerzas armadas. Lo que hay es una sofisticada red de corrupción donde unos y otros se tapan y se protegen para sostener un sistema de saqueo al tesoro nacional que los incentiva a seguir robando.
Para justificar ese entramado de pillaje y corrupción el alto mando militar ha obligado a la oficialidad a socavar la instituciones y el estado de derecho e incluso a pisotear la voluntad del pueblo que debería ser la base de cualquier sistema político que se precie de ser democrático.
Los altos mandos militares parecen no darse cuenta que el sistema que defienden esta acabando con la república y al mismo tiempo con las fuerzas armadas como una de sus instituciones. Nunca en la historia republicana hubo tanta corrupción e inmoralidad en las fuerzas armadas como en la era chavista. Nunca estiveron las fuerzas militares tan desarticuladas que son incapaces de defender territorio o soberanía.
La complicidad con la corrupción del régimen es ofrecida como una solidaridad incondicional y automatica con todo aquel que esté robando. Y quien tenga la oportunidad y no lo haga pues se convierte en sospechoso de traición a la cofradía que secuestró al país y sus instituciones.
Con una fuerza armada amarrada arrodillada ante el régimen, un gobierno resuelto a imponerse por la vía de facto y una oposición colaboracionista que insiste en negociar pareciera que todas las formulas para una salida pacífica y democrática en Venezuela están completamente canceladas. Esto pone al país ante un verdadero callejón sin salida potenciado por la grave crisis económica y social que ha dejado al régimen sin ninguna base de apoyo, solo afianzado por el sostén militar.
La inviabilidad de la opción electoral pone en el terreno de las desagradables realidades la alternativa de una resolución abrupta y violenta a la crisis del estado chavista. Bien sea una rebelión militar conjugada con la protesta popular en la calle o la intervención de una fuerza militar multinacional para restituir el equilibrio político y militar interno y detener la masacre de la población civil.
Ninguna intervención militar internacional es deseable por razones de soberanía, pero cuando es el propio estado quien agrede a sus ciudadanos debe existir una fuerza externa que acuda en auxilio y salvación de la población diezmada. El 80% de los venezolanos que repudia al regimen no estamos armados ni preparados para enfrentarlo militarmente. Y quienes tienen las armas están apuntando a sus propias familias. Si esto no se corrige internamente con una rebelión en contra de la dictadura entonces la intervención militar internacional quedara como la única opción en la mesa que tarde o temprano será alentada por quienes aún hoy en la comunidad internacional abrigan esperanzas de una solución pacífica y negociada con un régimen de criminales.
Si las FANB en su conjunto no reaccionan para preservar la integridad de la república de Venezuela y salvarla de la devastación chavista entonces serán ellas las únicas culpables de la inevitable intervención militar internacional.
@humbertotweets

No hay comentarios.:

Publicar un comentario