domingo, 21 de enero de 2018

El planteamiento cívico militar de Oscar Pérez

El desprecio por la vida ha sido la firma de marca de la dictadura chavista. A los venezolanos asesinados en las protestas públicas se suman las ejecuciones extrajudiciales por motivos políticos  perpetradas por organismos policiales. No es que falten pruebas sino que la ausencia de un poder judicial independiente no permite juzgar este comportamiento sistemático y criminal.
Pero con la ejecución del inspector Oscar Pérez el asesinato por motivos políticos adquirió una nueva dimensión en Venezuela. Desde el primer momento Oscar Pérez y su grupo expresaron su decisión de rendirse y entregarse al verse rodeados por las fuerzas parapoliciales. Así como todos nosotros lo vimos también lo vio Maduro, Cabello y Bernal. Sin embargo, a pesar de la rendición la orden fue de liquidar al grupo.
Esto revela no solo la impunidad y crueldad del régimen sino también su cinismo. Pareciera que la transmisión de este lamentable episodio a todo el planeta vía redes sociales fue motivo de celebración macabra para el régimen.  Queda claro que una vez que la dictadura escala a esta nueva dimensión de violencia y crueldad no hay vuelta atrás. Es imposible dialogar y negociar con quien espera el menor descuido para en forma traicionera asesinar.
Igualmente para los militares activos que aun siendo chavistas creen en la institucionalidad esta claro que este régimen de barbarie ha llevado al extremo el desprestigio de la institución  militar. El procedimiento parapolicial donde se asesinó a Oscar Pérez ha recibido duras críticas en los diferentes componentes de las FANB. Se trató de un acto vulgar de vendetta y no de un operativo militar profesional.
Además ha  generado particular ofensa la violación de uno de los códigos de la vida militar cual es el respeto a la vida del prisionero que se ha rendido. Los vídeos no dejan lugar a dudas que a) Oscar Pérez ya se había rendido y quería entregarse; y b) La evidente desproporción con el uso de un lanzagranadas no para someter al grupo sino para liquidarlo físicamente. Esa conducta no corresponde a ningún tipo de doctrina militar. Ese es el comportamiento propio de los pranes que hoy avergüenzan hasta a los propios chavistas en las FANB.
En uno de sus últimos mensajes Óscar Pérez remarca dos ideas fundamentales para la lucha política que se libra en Venezuela. La primera es su llamado a la gente para que salga a la calle. Esto revela toda una convicción que no será por la vía de las elecciones ni de las falsas negociaciones como saldremos de esta dictadura. Por el contrario sólo la presión popular en la calle es la única garantía para derrocar al régimen.
La segunda idea es que cualquier enfrentamiento armado tiene que ser entre facciones que tienen armas en el seno de las Fuerzas Armadas, no entre civiles y militares. Esto evidencia su convicción de evitar daños a la población civil. En otras palabras que cada quien haga lo que sabe hacer. Los civiles salir a luchar en la calle y los militares a dejar de apuntar sus armas al pueblo y sumarse en rebelión para tumbar a la tiranía.
En lugar de hacerle el juego al gobierno banalizando el asesinato de Oscar Pérez hay que recuperar lo fundamental de su planteamiento para promover la unidad orgánica de civiles y militares que definitivamente logren sacar a la narcodictadura del poder.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario