Podría decirse que el peor enemigo de la MUD y de María Corina Machado es el régimen chavista que no ha dudado en encarcelar a conspicuos operadores de esa oposición por insistir en el triunfo de Edmundo González y negarse a reconocer a Nicolás Maduro como el vencedor del fraude electoral del 28J.
Pero en realidad María
Corina y la MUD tienen un enemigo más poderoso que el chavismo. Y este es la
creencia de que aún es posible cambiar al régimen desde las entrañas de sus
podridas y viciadas instituciones. Este razonamiento que adquiere toda su
fuerza con la tesis de la salida electoral como la única posible para derrotar
al chavismo ha sido durante estos 25 años el eje de acción de esta oposición.
Esta postura en su momento
fue combatida con ferocidad por María Corina Machado granjeándose el rechazo de
casi todos los factores agrupados en la MUD. Pero cuando María Corina pivotó
sobre su propia postura política para inscribirse en las elecciones primarias y
abrazar la antes negada tesis de la vía electoral no sólo se reacomodaron los
partidos que antes la atacaban sino que al mismo tiempo ella resucitó una opción
que ya estaba en desuso y desprestigio en la mente de los venezolanos.
El viraje de María
Corina no sólo se le inyecta una nueva dosis de engañosa esperanza a los
venezolanos sino que reafirma tal como siempre ha sido a tesis chavista que la única
forma de participar políticamente es a través del voto y sometiéndose a la
pseudo legalidad del régimen.
Con el aval de María
Corina esta tesis que ya era rechazada por millones de venezolanos logró un
segundo aire que condujo a los eventos que finalmente desembocaron en el fraude
electoral del 28J.
El problema ahora es que
la resucitada tesis y el respeto a la legalidad del régimen chavista no han logrado
sacar al chavismo del poder. María Corina, para animar a la gente, prometió que
esta vez era ganar y cobrar, hasta el final. Sin embargo las semanas siguientes
al 28J no han logrado despejar la pregunta ¿Y cómo se cobra? Tampoco está claro cuando es
ese final o con respecto a que se podría establecer una medida que impida que el
socorrido slogan se convierta en otra ambigua, e indeterminada eternidad.
La ausencia de mecanismos
político institucionales dentro de Venezuela para hacer valer el triunfo de
Edmundo González ha empujado a María Corina Machado y a la MUD hacia los aún más
inciertos caminos de la comunidad internacional. Hay quizás demasiadas
esperanzas depositadas en lo que puedan hacer otros países por Venezuela y deliberadamente
se obvia que los Estados no tienen amigos sino intereses y que ningún acudirá
en auxilio de Venezuela a manos que este auxilio sea esencial para sus
intereses geopolíticos y su seguridad nacional.
Pero aun constatando que
el chavismo fascista del siglo XXI no está dispuesto a entregar el poder por
presiones internas o internacionales la MUD y la propia María Corina siguen
afincados en el círculo vicioso de las elecciones-negociaciones. A pesar de
todo lo que ha ocurrido luego del 28J aún hay destacados operadores de la MUD
que insisten con soberbia necedad que nada ni nadie los sacará de la vía
electoral.
Pero este razonamiento
que se ha convertido en la némesis de esa oposición está siendo reconsiderado
por importantes factores de la MUD y sobre todo por sus operadores y sus
clientelas regionales. La naturaleza esencialmente clientelar de estos partidos
lleva a sus operadores a justificar la participación en las fraudulentas
elecciones chavistas como un mecanismo para recibir los incentivos económicos
que de otra forma jamás recibirían.
Mantener a esos
operadores y a los aparatos partidistas que ellos conforman cuesta mucho dinero
y el chavismo ha creado todo un sistema para transferir recursos del Estado
directamente a estas clientelas y mantenerlas presas de la doctrina de la
salida electoral.
Los operadores de los
partidos de la MUD en las regiones saben que estos partidos no tienen tarjeta
para las regionales del 2025 y sin ella es imposible postularse. Esto ha
provocado una lenta y silenciosa migración de operadores regionales a los
partidos llamados alacranes que si tienen las tarjetas y pueden postular.
Esta misma presión comienza
a sentirse en el seno de la MUD donde más temprano que tarde tendrán que
definir si participan en el fraude electoral del 2025 o no.
La lógica de la postura política
que hasta ahora ha mantenido María Corina Machado y la MUD es que sin
resolverse el tema de las actas de 28J ellos no deberían participar en las
elecciones del 2025. Pero quedarse fuera del reparto de alcaldes, concejales,
diputados regionales y gobernadores es un precio demasiado alto para quienes
viven de la política y quizás un precio que en esos predio clientelares muy
pocos estén dispuestos a pagar.
Pero los habilidosos
operadores de la MUD ya están trabajando en la forma de venderles esta nueva
tesis a los venezolanos. Y el razonamiento es más menos el siguiente. Hay
que continuar en la vía electoral y participar en las elecciones del 2025
porque “…así como ganamos el 28J
volveremos a ganar en las regionales y el chavismo no podrá arrebatar todos los
cargos a la vez. Algo tendrá que entregar…” La apuesta y la esperanza es
que el chavismo les haga unas concesiones en términos de cargos para que esa
oposición siga incentivada a “dar la pelea desde adentro”.
¿Apoyará María Corina
Machado la tesis electoral nuevamente en el 2025? La pregunta no es retórica, redundante,
ni baladí porque ya ella nos sorprendió una vez cambiando de postura sin dar
explicaciones.- @humbertotweets
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