La situación política en Venezuela se podría caracterizar en la actual coyuntura como un realineamiento de las fuerzas del régimen, dispersión e incertidumbre en el campo opositor mientras la destrucción del país avanza y la emigración obligada aumenta.
La
oposición que lidera María Corina Machado y la MUD no ha logrado estructurar
una estrategia viable para disputarle por la vía de los hechos el poder al
chavismo. No se puede desmeritar ni minimizar el triunfo electoral de Edmundo
Gonzalez el pasado 28 de Julio, pero tal como ya se había advertido la MUD y
MCM carecían de una estrategia para lograr que el chavismo les entregara el
poder por las buenas.
Esto ha
lanzado la lucha opositora por los terrenos inciertos de una presión
internacional al tiempo que en forma improvisada se trata de alimentar a cualquier
precio la esperanza en la gente de un desenlace en el corto plazo
Por
su parte, el chavismo toma las medidas propias de un régimen que no muestra la
intención de entregar el poder. La represión contra operadores de los partidos
de la MUD y contra civiles desarmados ha aumentado y cada día escala a niveles
más violentos haciéndose ahora extensiva a los menores de edad.
El
régimen chavista parece muy cómodo con el rechazo internacional que aún no supera
las fronteras de la retórica diplomática. Mientras tanto en Venezuela se
preparan cambios que buscan asegurar la permanencia de esa claque fascista en
el poder.
Hace
unos días se anunciaron las sustituciones de los jefes de la DGCIM el MG Iván
Rafael Hernández Dala y del SEBIN GJ Gustavo Enrique Gonzalez López. Estos
movimientos, que son normales en regímenes fascistas como los de Cuba y
Venezuela, fueron calificados inmediatamente por la oposición como señales
inequívocas de una fractura militar. A estos cambios se suman otros en los
componentes militares y por supuesto la ratificación de Vladimir Padrino López
como Ministro de la Defensa y de Domingo Antonio Hernández Lares como jefe del
CEOFANB.
Este
movimiento llevó a operadores y analistas vinculados a la MUD a propagar toda
suerte de fábulas sobre presuntas crisis y miedos en el régimen chavista y más
específicamente en su sector militar. Como esto es algo que todo el mundo desea
escuchar las distintas versiones y “análisis” sobre fracturas y rupturas
militares sonaron como música celestial para muchos incautos.
Este
es el clásico trapo rojo que el régimen chavista agita con su mano izquierda
mientras con la mano derecha, en la actual coyuntura, aprovecha para aprobar
las nuevas leyes electorales que regularan el fraude electoral del 2025 y hace
una renovación de cuadros en el llamado Poder Ciudadano, esto es para elegir al
Defensor del pueblo, al Contralor y el Fiscal General de la República. Siendo
el cargo que hoy ostenta Tarek William Saab el de mayor notoriedad pero que
seguramente por sus actuaciones se encamina a una ratificación.
No
vemos en los cambios militares ni en los cambios del Poder Ciudadano signos de
división, crisis o fractura en el Estado chavista como sugieren algunos
fabuladores. Por el contrario vemos a un régimen que se reagrupa para tratar de
hacer más eficiente su aparato militar y policial de represión. Para lograr
esto al igual que el régimen cubano el chavista hace purgas periódicas para
sacar no necesariamente a quienes están conspirando, que serían muy pocos, sino
a aquellos que lucen menos beligerantes y fanáticos que otros.
La
presunción de que el fin del chavismo será por vías de fuerza le otorga crédito
a las versiones de supuestas divisiones internas en sus fuerzas militares. Es
cierto que hay luchas internas por el poder, como ocurre en cualquier otro
régimen político, pero estas se dan en el contexto de un ecosistema cerrado que
hasta ahora ha demostrado una gran capacidad para reproducirse, reacomodarse y
adaptarse.
Mientras
seguimos distraídos esperando que unos militares chavistas atiendan el llamado
a rebelión que les hace María Corina Machado el régimen aprovecha para avanzar
sus posiciones más allá del 10 de enero.
Se
requiere de un debate profundo y un replanteo total de la estrategia y los
métodos de lucha de la oposición venezolana para verdaderamente articular una
lucha que sea viable y exitosa para derrocar al chavismo.
Pero
aún estamos muy lejos de eso y mientras tanto seguimos dándole vida a las falsas
esperanzas con trapos rojos que se agitan por doquier.- @humbertotweets
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