A
la hora de los análisis ya nadie discute las razones que han llevado a los
militares venezolanos a seguir apoyando al régimen chavista. Hay factores que se dan por descontados y ninguno
tiene que ver con valores o ideología.
Por
una parte es evidente el control que tiene el G2 cubano sobre los comandantes
de las FANB y toda la estructura de la oficialidad. Al régimen de Maduro le ha
tocado que apoyarse en los servicios de inteligencia militar cubanos para
controlar y espiar los movimientos de sus propios militares y detectar, cómo en
efecto ya ha ocurrido, cualquier intento de sublevación orquestado desde
arriba.
Se
trata de un sofisticado entramado de vigilancia al cual son sometidos desde los
miembros del alto mando militar hasta los comandantes de las ZODI y sus
ayudantes. La presencia de los cubanos en funciones de control dentro de las
FANB es tan notoria que ya es motivo de malestar entre la oficialidad.
Por
otra parte, en la base de la herrumbre militar están los soldados rasos cuyo
único motivo para alistarse fue conseguir comida y evitar las penurias a que
están sometido el resto de los venezolanos. Para ellos hay los CLAP, cada día
más menguados, y el pago en moneda artificial que tampoco sirve para comprar
prácticamente nada.
Una
tercera forma de asegurarse el apoyo dentro de las FANB ha sido el alentar y
tolerar formas de robo, extorsión y saqueo para que tanto oficiales como
soldados se puedan redondear su sueldo. Cualquier militar que esté en una
alcabala o en posición de controlar o vigilar algo también le es presentada la
oportunidad para robar en nombre del estado chavista. En muchos casos la
conducta criminal es tan evidente que algunos militares han sido detenidos solo
para guardar ciertas apariencias.
Aunque
sería deseable, es muy difícil que esta fuerza armada logre aislar los órganos
que la han gangrenado y se salve a sí misma. Sin embargo los militares no son
ajenos a la crisis que llevan al desmoronamiento del estado chavista y al
colapso de la república. Esto ha llevado a un juego diario de cálculos y
recálculos para anticipar situaciones que sin duda fracturarían un apoyo
estrictamente basado en una moral y pragmatismo mercenario.
¿Cuándo ocurrirá la inminente
intervención militar internacional en Venezuela? ¿Cuándo
dejaran de entregar los CLAP a los militares? ¿Cuándo
le dejaran de pagar los devaluados salarios a los Oficiales? ¿Cuánto tiempo realmente le quedaría a Maduro en el poder?
Todas estas son preguntas que se hacen los militares de cualquier rango que
intuitivamente saben que esto se acabó es hora de abandonar el barco...pero, ¿cuándo?
Sería
loable reconocer que los militares en los que se ha apoyado el régimen están a
punto de abandonarlo para salvar a la República de Venezuela, que suponemos también es la de ellos, pero no es
así. El caos y la desbandada de los militares que apoyan al gobierno ocurrirán
por las razones más miserables y desgraciadas, siendo la ausencia de bozal de
arepa la más notable de ellas como resultado de sucesivas crisis financieras
que harán totalmente inviable el modelo clientelar chavista. @humbertotweets
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