lunes, 10 de febrero de 2025

El regalo de Trump no fue la visita de Grenell

            La diplomacia internacional que ha mostrado interés por la situación de Venezuela también ha encontrado un cómodo subterfugio para reconciliar la beligerante retórica de la esperanza con la implacable realidad. La mayoría, si no la totalidad, de los países que dice apoyar la liberación de Venezuela del chavismo dice no reconocer al gobierno de Nicolás Maduro que se robó las elecciones a plena luz del día el pasado 28 de julio.

Pero estos mismos países en la práctica reconocen y se entienden con el gobierno realmente existente en Venezuela que es el que preside Maduro. La observación la hacemos sin ánimo de crítica porque cada país tiene que resolver cómo lleva adelante sus relaciones con el régimen chavista sin atender a otros intereses que los propios. Mucho se podría decir sobre los derechos humanos y la urgencia en detener el avance de la tiranía chavista pero al final no son los intereses de los venezolanos los que determinarán esas políticas de otros estados sino su propio enfoque geopolítico.

Esto es lo que en forma acertada definió el filósofo español Gustavo Bueno como la dialéctica de estados o la inevitable confrontación de los intereses de unos estados contra otros.

Incluso los estados Unidos de Norteamérica bajo la presidencia de Donald Trump ha iniciado una política que encaja perfectamente en esta caracterización que se define por un no reconocimiento en el plano retórico al régimen de Nicolás Maduro (Marco Rubio dixit) y un reconocimiento en la práctica al gobierno realmente existente con el cual se negocia la liberación de rehenes norteamericanos y la repatriación de los miembros del Tren de Aragua. Aunque la conservación resulte redundante hay que decir que Richard Grenell no se reunió con Edmundo Gonzalez, el presidente supuestamente reconocido internacionalmente ni con María Corina Machado para discutir estos asuntos.

Y esto es así porque hay un reconocimiento formal y de hecho que en este momento el poder político y militar realmente existente en Venezuela está en manos del chavismo que comanda Nicolás Maduro.

Consecuente con la política y enfoque de todos los funcionarios de Trump sobre Venezuela Richard Grenell al relatar su encuentro con Maduro en Caracas refirió que le habría dicho al chavista “…te estamos dando un gran regalo, y el gran regalo es que estoy aquí sentado contigo, tienes todo tipo de cámaras alrededor y vas a usar esto con fines propagandísticos..” Pero no, el regalo de Trump al chavismo no fue en encuentro público con Nicolás Maduro para que este lo usara con fines de propaganda. El obsequio que Trump le está dando al régimen chavista es el reconocimiento material y formal a su Estado, es la disposición de tratarlo como par, a pesar de sus desmanes, en la medida en que el chavismo cumpla sus compromisos. Es un regalo que viene acompañado de detalles, condiciones  y pies de página cuya violación no será resuelta con amenazas sino con acciones puntuales.

Ya a estas alturas el chavismo debe haber calibrado que negociar con Trump no es igual a negociar con Biden. Solo el tiempo dirá si podrán beneficiarse del regalo o no.-@humbertotweets

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