domingo, 29 de noviembre de 2020

Venezuela en el legado de Trump

            La batalla por la elección presidencial en los Estados Unidos aún está por definirse. Aunque ya las oligarquías mediáticas proclamaron ganador a Joe Biden, la realidad es que no se sabrá con certeza quién será el presidente hasta el 14 de diciembre, fecha en la cual se reúne el colegio electoral para tomar la decisión.

En el calendario constitucional de los EEUU el 14 de diciembre de 2020, día real de la  verdadera elección, y el 20 de enero de 2021, día de la juramentación, son fechas que no se pueden modificar salvo que estemos frente a una ruptura del régimen político.

Por esa inflexibilidad en los lapsos es que el equipo de abogados de Donald Trump están en una carrera contra el tiempo para lograr que los jueces puedan conocer y decidir sobre las impugnaciones de votos ilegales o que las legislaturas regionales remedien el fraude, decidiendo ellas mismas quienes serían los delegados al colegio electoral por cada estado y eventualmente adjudicándoselos a Trump.

En este momento tanto Donald Trump como Joe Biden tienen las mismas posibilidades para ser electo presidente de los Estados Unidos. Pero un país cuyas decisiones impactan a muchos otros no puede depender de esta incertidumbre. Por eso es normal que los equipos de ambos candidatos tengan no solo planes sino que igualmente estén tomando acciones anticipando uno u otro resultado.

No debe sorprender que Trump haya dado instrucciones para preparar la transición al tiempo que insiste en no reconocer los resultados electorales hasta que estos sean declarados definitivos por los órganos constitucionales. Sin embargo, ante la eventualidad de un resultado adverso y sin restar energía a las impugnaciones el propio Trump debe seguir ocupándose de los asuntos domésticos e internacionales hasta el mismo 20 de enero de 2021.

En las próximas semanas e independientemente de lo que ocurra el 14 de diciembre en el colegio electoral la administración de Donald Trump aún tendrá la oportunidad de tomar decisiones con respecto a Venezuela. En el marco de una intervención quirúrgica con el objetivo de liquidar las cabezas políticas, financieras y militares del régimen chavista Trump podría también destituir a funcionarios como James Story y Elliot Abrams que han impulsado las tesis de la falsa oposición venezolana de negociación y elecciones con el chavismo.

La designación en este preciso momento de nuevos funcionarios para atender el tema Venezuela permitiría buscar otros interlocutores para conformar un gobierno de facto luego de una intervención militar puntual que neutralice al régimen chavista y a sus socios colaboracionistas.

Ante la eventualidad que Trump tenga que entregar el poder el 20 de enero de 2021, una operación militar tipo corte quirúrgico rompería completamente con ese ciclo vicioso de negociaciones-elecciones con el régimen chavista y provocaría una crisis que tendría una influencia determinante en las políticas de Biden para Venezuela.

En lo que podrían ser los días finales de su administración, o el comienzo de un nuevo periodo, y en el ejercicio pleno de sus facultades constitucionales Donald Trump sigue tomando decisiones claves en el gobierno cuyos efectos se sentirán en los próximos años y seguramente serán parte de su legado. Los acuerdos de paz en el medio oriente y el ser el único presidente que no ha iniciado una guerra son parte de ese legado al cual bien se le podría agregar la liquidación definitiva de la cúpula del régimen chavista en Venezuela, como inicio de un proceso irreversible de liberación.- @humbertotweets

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