El narco régimen chavista y las dos alas de la falsa oposición siguen buscando formas de justificarse para seguir saqueando a Venezuela. Los chavistas y alacranes tienen la urgencia de justificarse ante sus propias bases para alimentar una presunta legitimidad. En realidad estos, que controlan el aparato del estado, saben que hay que darle algunas certezas a su propia fuerza armada para que esta les siga sosteniendo en el poder. Las elecciones fraudulentas son la archiconocida fórmula del chavismo desde 1999 para cumplir con esta formalidad de legitimidad. Para esto los chavistas cuentan con la fidelidad perruna del ala alacrán de la falsa oposición.
La otra ala de
la falsa oposición, la de los Guaidolovers, quiere aferrarse a toda costa a la
membresía del llamado gobierno interino porque esto les da acceso a millones de
dólares sin tener que rendirle cuentas a nadie. Con el falso argumento de que
supuestamente la comunidad internacional lo ha pedido el ala Guidolover de la
falsa oposición se ha embarcado en una consulta estafadora cuyo único
propósito, al igual que el de Maduro en Venezuela, es el de darle a Juan Guaidó
un piso que le permita seguir firmando los cheques en nombre del hamponato
interino.
Ambos eventos,
tanto las elecciones fraudulentas como la consulta estafadora, se mezclan en un
propósito único de seguir robando a la nación venezolana. A Nicolás Maduro y a
Leopoldo López con su respectivo séquito de parásitos que les acompañan no les
importa detener la destrucción de Venezuela. Desgraciadamente luego de veinte años
solo podemos constatar que tanto chavistas como falsos opositores solo quieren
seguir depredando lo que queda mientras los venezolanos mueren literalmente de
hambre y en esclavitud.
Solo los
chavistas creen en las elecciones que está convocando Maduro para esta semana.
Y no todos los chavistas. Solo aquellos enchufados o ilusionados porque les
regalaron un rollo de mortadela. O los militares de cualquier rango que usan su
uniforme y armas para robar hasta a sus propias familias. Esas elecciones están
diseñadas para hacerle publicidad al chavismo ante su ya menguada y exigua
clientela.
Por el lado
del ala Guaidolover de la falsa oposición la llamada consulta es tan pirata que
hasta sus organizadores dicen que es vinculante aunque poca gente vote. En
otras palabras bastaría contar los votos por correo electrónico de la burocracia asalariada del hamponato
interino para darte un supuesto soporte jurídico a la presidencia caricaturesca
de Guaidó.
Las elecciones
fraudulentas que organiza el chavismo y la consulta estafadora de la falsa
oposición no solo son parte de las formas de saqueo que usa esta casta política
que ha destruido a Venezuela. Ambos eventos, tanto las elecciones como la
consulta, son tributarios de la
constitución chavista de 1999 diseñada para sostener al chavismo en el poder a
perpetuidad. Constitución que primero habría que triturar para comenzar a
hablar en serio de “oposición.”
Cualquiera que
venga a proponer soluciones basadas en la pseudo legalidad chavista llámese elecciones,
consultas, o negociaciones para un cogobierno con el chavismo (Leopoldo López dixit) sólo trabaja como agente del
chavismo.
Para liquidar
políticamente al régimen chavista es imprescindible liquidar primero a la falsa
oposición que ya hoy más de un 80 % de los venezolanos percibe como un estorbo
en el camino. Y esto no se logra ni con elecciones ni con consultas.- @humbertotweets
No hay comentarios.:
Publicar un comentario