domingo, 13 de septiembre de 2020

Un pacto unitario basado en la moral del “cucutazo”

            Así como el régimen chavista ejerce el monopolio de las armas en contra la población civil para someterla a su voluntad, la falsa oposición por su parte ejerce el monopolio de la representación política a graves de los partidos al presentarse como la única alternativa frente al régimen.  En los veinte años de chavismo esa oposición siempre ha insistido que la única forma de oponerse al gobierno chavista es a través de elecciones, aunque ellos mismo admiten que estas sean fraudulentas, y ultimadamente a través de partidos políticos.

Elecciones y partidos que siempre terminan haciéndole el juego a la narcotiranía al neutralizar los movimientos insurreccionales para derrocar al chavismo con fórmulas legales y jurídicas tributarias de la constitución chavista de 1999. Los falsos opositores repiten al unísono con los chavistas “dentro de la constitución todo, fuera de la constitución nada.” Y ese es el mantra diabólico que le quieren seguir imponiendo a los venezolanos después de dos décadas de desilusiones y desesperanzas.

Entonces a los venezolanos siempre se nos plantea un falso dilema: O soportar al régimen chavista con sus consecuencias o echarse en brazos de la falsa oposición y sus partidos porque, según dicen,  eso es lo que hay. No importa  que se trate de una oposición que es traidora y colaboracionista. Tampoco importa que abiertamente se vendan al régimen o incluso que traicionen a militares insurrectos. Menos aún importa que esa oposición se robe el dinero de los venezolanos porque según justifican es mejor que se los robe los opositores que los chavistas.

Podría parecer políticamente incorrecto decirlo, pero luego de veinte años de traiciones es una verdad incontestable: Para salir del chavismo primero hay que salir de la falsa oposición que siempre se atraviesa y antepone sus intereses a los de la nación venezolana. Si no se hace a un lado a la falsa oposición, con su G4 y todos los demás partidos no podremos salir jamás del chavismo porque en esa cepa de podredumbre siempre habrá algún parásito dispuesto a traicionar más que los otros, como ya lo ha demostrado hasta la saciedad Henrique Capriles Radonski.

Esa misma falsa oposición, cuyos elementos más tóxicos y conspicuos son Juan Guaidó y Leopoldo López de esa mafia llamada Voluntad Popular, es la que ahora con la mayor desvergüenza propone un mal llamado pacto de unidad para un supuesto gobierno de emergencia nacional. Muchos venezolanos ingenuamente pensaron que al apoyar a Juan Guaidó en enero de 2019 estaban apoyando un gobierno de emergencia nacional. Veinte meses después descubren que lo de Guaidó nunca fue ese tal gobierno de emergencia nacional para sacar al chavismo del poder, sino más bien un interinato convertido en una inmensa y sofisticada trama de corrupción que se gasta el dinero de los venezolanos en el exterior, para que los chavistas no lo hagan primero.

Ahora intentan convocar una consulta para legitimar el saqueo que están perpetrando contra Venezuela. Porque el único interés que podría tener Juan Guaidó, Leopoldo López y su camarilla mafiosa de la falsa oposición en continuar al frente del interinato es seguir recibiendo dinero de organismos internacionales y ahora controlar la administración de los activos de Venezuela en el exterior hasta que caiga Maduro, o sea en forma indefinida y sin estar obligados a rendirle cuentas a nadie.

No es un pacto lo que han firmado esos 37 partidos liderados por el G4 actuando como padrino de cosa nostra. En realidad es un contrato para repartirse entre todos el dinero que le vaya entrando al interinato. Y el llamado gobierno de emergencia nacional no es más que una excusa para orquestar un saqueo urgente de los dineros y recursos de la nación venezolana en el exterior aprovechándose de ese limbo jurídico en el que reina el interinato de Guaidó. Y para refrendar la estafa ante los ojos de Venezuela y del mundo nada mejor que convocar a los venezolanos a que se hagan parte de otra consulta para darle un cheque en blanco a la falsa oposición.

Si ese dinero y esos recursos que quiere controlar el interinato se gastan en pagar palangristas, burócratas o en alcohol y prostitutas, no importa. Total para ellos eso sería aceptable a que se lo gastaran los chavistas. Esa es la moral del “cucutazo” que a un nivel de paroxismo nos propone la falsa oposición.-  @humbertotweets

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