Los
partidos de la falsa oposición y sus operadores siguen asilados en su mundo de
prebendas y campañas electorales. El país colapsa y se derrumba en manos de un
régimen que liquidó toda posibilidad de una salida democrática e institucional.
Pero aun así estos operadores insisten en hablarle a un país que no solo no los
quiere escuchar sino que además los desprecia por sus reiteradas traiciones.
Los
partidos Acción Democrática, Voluntad Popular y Primero Justicia fueron
inhabilitados por el régimen para participar en elecciones. Sin embargo, estos
partidos para no perder el hábito electorero están postulando candidatos a
concejales a través de organizaciones de fachada tales como Fuerza del Cambio,
Alianza del Lápiz, Movimiento Ecológico, Por Amor a los Pueblos, Copei,
Movimiento al Socialismo, Avanzada Progresista y Esperanza por el Cambio.
Intentan
engañar, una vez más, a la gente con el devaluado argumento de ir a votar para
no dejar los Concejos Municipales en manos del gobierno. Como si el hecho de
que una cámara municipal en manos de esa falsa oposición pudiese significar
algo en los esfuerzos para derrocar a la dictadura. La presidente de la Asociación de Alcaldes
por Venezuela Josy Fernández llegó al extremo de implorar que “sería
catastrófico tener cámaras municipales oficialistas”
¿Catastrófico
para quién? Seguramente para los partidos de la falsa oposición, que al igual
que el PSUV necesitan tomar por asalto el tesoro nacional para pagar sus
nóminas de activistas. Práctica perversa que comenzó en la IV república y que
ha sido perfeccionada por el chavismo.
Ellos
saben muy bien, como también lo saben los gobernadores oportunistas de la falsa
oposición, que las alcaldías, los concejos municipales y las gobernaciones son
instancias que están quebradas y carecen de los medios materiales para cumplir
sus funciones, han quedado reducidas a entes burocráticos que solo pagan nómina
en moneda ultra devaluada a un ejército de reposeros que trabajan en el
activismo de sus partidos.
Quienes
insisten en votar en las elecciones municipales lo hacen para seguir viviendo
de los mendrugos clientelares que reciben del régimen chavista. En definitiva
son parte del mismo régimen político y clientelar que se apoya en la
constitución chavista de 1999 que todos ellos han jurado defender.
Pero
el venezolano en la calle, que ha sido burlado y traicionado por casi dos
décadas por esta falsa oposición, entiende que el voto como lo conciben el
régimen y sus colaboracionistas solo conduce a perpetuar las condiciones de abuso
y servidumbre con una falsa esperanza de cambio “electoral” que nunca se
concretará mientras se siga obedeciendo las reglas de juego de la tiranía.
Hoy
son millones quienes miran con desconfianza y desprecio el discurso demagógico
y electorero. En veinte años ya se han dicho todas las mentiras posibles para
tratar de engañar a la gente con el cuento de unas elecciones fraudulentas que
siempre gana el régimen, aunque sea minoría. También se ha demostrado la
inutilidad de una dirigencia opositora que usufructuó “puestos de lucha” para
su propio beneficio sin que ello aumentará las posibilidades de un cambio
político. Negociaron y traicionaron una y otra vez, hasta el cansancio. Después
de todo esto, realmente, ¿Quién quiere votar?.-
@humbertotweets