I.FATAL. No se puede satanizar la
posibilidad de un diálogo gobierno-oposición. Un diálogo honesto y sincero
permitiría comenzar a abordar con seriedad y madurez la crisis que vive el
país. Pero, como ya lo han dicho varios dirigentes de la oposición no puede ser
para darle tiempo al régimen que siga en lo mismo. Si el gobierno se niega a
hablar de los presos políticos, la ayuda humanitaria y el Revocatorio, entonces
¿De que quiere el gobierno hablar en ese diálogo? No es aventurado pronosticar
el fracaso del diálogo convocado por el gobierno con mediadores escogidos a su
medida y una agenda desconocida. Es una mala noticia. Quiere decir que el juego
político seguirá trancado y el régimen seguirá impulsando su agenda de
violencia y represión. De las cosas continuar así el desenlace será,
lamentablemente, fatal.
II. CHAVISTAS. Según estudios de opinión el rechazo
a Nicolás Maduro está por el orden del 80%-90%. Esto quiere decir que incluso
hasta quienes aún se identifican como chavistas no apoyan su gestión. Sin embargo,
ese porcentaje disminuye a un 60%
aproximadamente cuando se explora el apoyo al Referéndum Revocatorio. La
razón por la cual la mayoría de los chavistas de base no apoyan el RR es porque
no confían en las intenciones políticas de la MUD. Lo cual es comprensible.
Pero esos chavistas desenchufados igual se sienten abandonados por su gobierno
y están en la búsqueda de otras opciones políticas. Esos votos tendrán mucho
que decidir la próxima oportunidad que haya una consulta electoral en
Venezuela. Aunque hoy eso sea incierto.
III. PANDILLA. Pareciera que la pandilla de los 3
lleva la batuta en el PSUV y ha logrado exitosamente aislar a los moderados del
chavismo. Este cogollo ultra radical que controla los hilos del poder ha
convencido prácticamente a todos los estamentos del partido y de la burocracia
oficialista que “si ceden un milímetro, lo perderán todo.” Con esta lógica han
enhebrado y tejido una sofisticada red de lealtades basadas primariamente en el
miedo a la rendición de cuentas cuando haya un cambio de gobierno. El miedo a
responder por sus actos y pagar condenas por delitos cometidos es lo que
atornilla a la mayoría de estos operadores de la burocracia roja (PSUV, TSJ,
CNE, Alto Mando). Lo que esa burocracia
fofa y obesa no ve es que irremediablemente va hacia un desenlace conflictivo
para, de todas formas, perderlo todo.
IV. COLECTIVOS-FANB. Desde el
principio el régimen se ha manejado en la cuerda floja de la
legalidad-ilegalidad. Así fueron los orígenes del 4F y la posterior
participación de Chávez en la contienda electoral de 1998. Ha sido muy difícil
para el chavismo en el poder comportarse como autoridad de estado. Eso explica
la conducta del fallecido presidente Chávez llamando a robar si el pueblo tenía
hambre o dándole armas a los colectivos y las milicias del PSUV. Ahora esa
formación para policial, llamada colectivos, le da un ultimátum a las FANB y
exigen la destitución de oficiales militares. La FANB que por una lealtad mal
entendida sigue soportando las ilegalidades del régimen ahora es el objetivo
militar del chavismo en armas. ¿Como resolverán las FANB esta contradicción
legalidad-ilegalidad?
V. PERRARINA. Muchos de quienes están hoy en el
poder fueron la oposición política en los ‘90. Se acostumbraron a repetir como
loros que Venezuela era tan pobre que los niños hasta tomaban teteros de
perrarina. De eso nunca hubo ni siquiera una foto. No hubo evidencia. Quedó
como una leyenda urbana más de la IV. Pero hoy sí hay evidencia que la gente
tiene que ir a los basureros a buscar restos de comida para alimentarse y
sobrevivir. De eso si hay evidencia con fotos y testimonios. Esa es la marca
indeleble que llevará la revolución bolivariana hasta el final de sus días: La
revolución del hambre.
@humbertotweets
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