La política de Hugo Chávez de alentar alianzas antinaturales entre su régimen y las bandas criminales locales encontró en Iris Varela a su más comprometido operador. Atribuyéndose a sí misma ser más chavista que Chávez, como prueba indudable de su radicalidad, se instaló desde el 2011 en el Ministerio de Asuntos Penitenciarios con plenos poderes e inmunidades dentro de la burocracia chavista para decidir todo lo concerniente a la administración de justicia y poder judicial.
La idea de ver
en el hampa común aliados políticos para chantajear a la población civil,
adversa mayoritariamente al chavismo, rápidamente ganó apoyo en el régimen y se
convirtió en la ideología oficial. De esa concepción salieron diseños concretos
tales como las zonas liberadas y entregadas al control de las megabandas en
Caracas y otras ciudades de Venezuela y la persecución selectiva de grupos
criminales según su adhesión o no al régimen chavista.
No es posible
explicar el crecimiento exponencial de las megabandas y sindicatos del crimen
en Venezuela sin un apoyo estructural del propio estado chavista. Y este apoyo
que se ha mantenido hasta ahora se manifiesta no solo en acuerdos públicos
entre el gobierno y bandas criminales sino también en la permisividad con el
crimen y los privilegios concedidos a los pranes dentro y fuera de las cárceles
administradas por el gobierno. A esto habría que agregar eventos que se
desarrollan al margen de esa política pero que están conectados con la misma dinámica
como la transferencia de armas de los componentes militares a las megabandas en
un próspero mercado negro que es controlado por comandantes chavistas.
La
multiplicación de las megabandas y el crecimiento de la industria del crimen en
Venezuela ha alcanzado un nivel que resulta evidente está fuera del control del
gobierno. Estos grupos criminales tienen su propia agenda e intereses que no
son necesariamente los del régimen chavista. Además han adquirido una capacidad
de fuego que les permite expulsar a las fuerzas militares y policiales del
régimen de ciertas zonas que ellos controlan en Caracas.
Hipotéticamente
si un grupo pequeño, con capacidad de fuego y control del territorio como la
FARC-Gentil Duarte logró expulsar a las FANB chavistas de Apure es muy probable
que megabandas como la de alias “El Coqui” y “El Tren de Aragua” hagan lo mismo
en Caracas y hasta pasen a la ofensiva. Es cuestión de meses o semanas para
verificar o no esta hipótesis. De alguna forma se podría decir que con sus
iniciativas exóticas Iris Varela, alias
“Fosforito” le prendió un candelero al régimen chavista que ahora otros
operadores intentan apagar.
Todo esto
presenta un grave problema para el estado chavista que debe ser atendido porque
sin duda afecta su propia estabilidad. Sin embargo, no es fácil resolverlo
porque solo intentarlo implica desmontar políticas laxas con el crimen,
desmantelar mafias en el poder judicial y hasta neutralizar a la principal
representante de esa política la excéntrica y recalcitrante operadora chavista
Iris Varela.
Quizás sea
esto último lo más delicado de toda la operación que busca sacar a Iris Varela
del anillo interno de poder para moverla más hacia la periferia en una posición
que no le permita sabotear los esfuerzos del régimen para retomar el control de
una situación que sin duda afecta su estabilidad. Aunque ella está en la
Asamblea Nacional chavista, Varela aun controla el Ministerio de Asuntos
Penitenciarios a través de su proxy Mirelys Zulay Contreras, Es posible que le
asignen un cargo que tenga que ver con lo judicial pero sin el poder que tuvo
antes para nombrar jueces, modificar sentencias judiciales y liberar hampones
todo con el pretexto de ayudar a la revolución. En los mentideros chavistas se
dice que Cilia Flores ha podido darle un ascenso a Iris Varela como nueva
Fiscal General para agradecerle sus aportes a la revolución. Brillante.
Lo concreto es que la comisión nombrada por Nicolás Maduro
para resolver el desmadre judicial creado por Iris Varela en nombre de la
revolución no la incluye a ella, por supuesto. Allí estarán Diosdado Cabello,
Cilia Flores, y Lourdes Suárez Ánderson con plenos poderes para hacer una purga
dentro de las mafias judiciales que operan en el régimen. El tuit de Venezolana
de Televisión no deja lugar a dudas, (la comisión) “...tendrá 60 días, para que
solucione con justicia y, sin impunidad, el hacinamiento en los Centros de
Detención Preventiva del país.” Viniendo desde las entrañas del propio régimen,
este es el mejor reconocimiento al fracaso de Iris Varela, quien tendrá que
conformarse con ser un incómodo jarrón chino en un tema donde nadie, ni
siquiera los mismos chavistas, quieren saber su opinión.- @humbertotweets
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