A Venezuela le ha tocado enfrentar el Coronavirus a merced del régimen chavista y su falsa oposición. Desde el momento en que la pandemia del Coronavirus fue oficialmente reconocida por la mayoría de los países en el 2020 hasta ahora ha transcurrido un poco más de un año. La pandemia no atacó por igual a todos los países. Mientras países en América del Norte, Europa y Asia sucumbían ante la cifra diaria de contagiados y fallecidos otros países como la Venezuela del régimen chavista no quisieron prestar atención a la pandemia como si se tratase de un evento lejano que nunca nos iba a tocar.
Ante la
ausencia de cifras oficiales en materia de economía y salud en Venezuela no hay
forma de hacer un diagnóstico basado en la realidad para saber qué es lo que
está ocurriendo. Solo el trabajo de algunos periodistas independientes y de
organizaciones no gubernamentales, ambos con muy limitados recursos, podrían
arrojar pistas de la dimensión de la tragedia.
Desde el
comienzo de la pandemia el régimen chavista ha tenido muy clara su prioridad:
Mantenerse en el poder al precio que sea. En lugar de aprovechar prácticamente
un año de gracia cuando el nivel de contagios era menor en Venezuela para
desarrollar un plan nacional agresivo de prevención y control de la pandemia el
estado chavista solo se ocupó de ocultar las cifras reales del número de
personas contagiadas. Pero se llegó a un punto en el cual ya la crisis no se
podía negar ante el dramático aumento de cifras mortales cada día que se
disparó a finales del 2020 y sigue creciendo y cobrando víctimas.
Las cifras que
admite oficialmente el régimen chavista sobre el número de contagios y
fallecimientos son la peor expresión de burla y cinismo contra los venezolanos.
Delcy Rodríguez solo reconoce 1122 casos de contagiados y reporta en un día el
fallecimiento de tan solo 19 personas por Coronavirus. Pero la cruda realidad
es que las morgues están colapsadas, las casas funerarias ya no tienen
capacidad para incinerar a los fallecidos y las redes sociales están inundadas
de miles de historias que reportan la pérdida de seres queridos por una
pandemia que se propaga en forma exponencial por culpa del chavismo.
Los
trabajadores de la salud, médicos y enfermeras, están en una carrera contra el
tiempo tratando desesperadamente de honrar su juramento hipocrático en un
último esfuerzo para salvar vidas. Pero este esfuerzo ocurre a pesar del estado
chavista que al día de hoy no tiene un plan para enfrentar el coronavirus y
solo le hace seguimiento a la pandemia para asegurarse que su impacto no los
sacará del poder.
El desprecio y
el desdén del chavismo por la vida de los venezolanos se hace patente en
eventos como la celebración orgiástica de una boda de unos familiares del
infame Tarek William Saab desafiando reglas de distanciamiento social y
cuarentena que le son impuestas a millones de venezolanos, pero que no aplican
para los miembros del régimen.
Más de 800
invitados del entorno de William Saab se reunieron y celebraron pensando quizás
que los chavistas estaban hechos de una materia que los hace inmunes al
Coronavirus. El resultado fue la rápida propagación del virus en El Tigre
incluyendo entre las víctimas fatales a miembros del entorno del poeta de la
muerte.
Por supuesto,
no nos enteramos de esta desgraciada celebración por los medios oficialistas
sino por la audaz y documentada crónica de la valiente escritora Milagros Mata
Gil quien tuvo que pagar con su libertad por escribir la verdad.
Mientras el
coronavirus avanza en Venezuela con su efecto devastador el régimen chavista de
Nicolás Maduro no tiene un plan de prevención y control, menos aún un plan de
vacunación y tan solo le ofrecen a los incautos unas goticas milagrosas que no
usan ni siquiera los miembros del régimen. Ante la posibilidad de que el
régimen chavista adquiera unas vacunas a través del sistema COVAX ya han
anunciado que serán distribuidas a través del llamado sistema patria que solo
beneficiaría a los chavistas registrados.
El chavismo
enfrenta la pandemia del coronavirus con la misma indolencia y negligencia que
ejerció para desmantelar la industria petrolera. Solo tienen un objetivo en
mente y es mantenerse en el poder como sea. Sus pares de la falsa oposición,
incapaces de articular una estrategia para sacar al chavismo del poder, abogan
por despolitizar el tema del coronavirus en Venezuela lo que significa dejar
que el chavismo siga reinando en el caos, sin reparar que es eso precisamente
lo que quieren para usar la pandemia en su favor.
Mientras sea
el estado chavista quien decida que hacer sobre la pandemia o decida a quien se
vacuna y a quien no cientos de miles de venezolanos estarán condenados
inevitablemente a desaparecer. Sin duda, los efectos del estado chavista en el
poder son más nefastos, devastadores y letales que los del propio coronavirus.-
@humbertotweets
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