Quienes proponemos la salida del régimen chavista por vías de fuerza estamos obligados a valorar cuál podría ser el papel de la actual fuerza armada en la encrucijada de este conflicto.
Ante la
constatación que la población civil venezolana está completamente desarmada
habría que evaluar si los militares con sus armas se enfrentan contra el
régimen chavista y se ponen al lado del pueblo. Quizás en los primeros años del
chavismo esto era posible. Hoy la corrupción, complicidad y deterioro de las
Fuerzas Armadas es tal que su grado de traición y servilismo con el régimen las
hacen prácticamente insalvables para una misión patriótica de este calibre.
Sin embargo,
aún existen pequeños focos e individuales dentro de esa fuerza armada chavista
que en algún momento y dadas circunstancias específicas podrían eventualmente
insurgir contra el régimen. Pero no podemos esperar un realineamiento de las
FANB en su conjunto como institución porque su papel ha sido desnaturalizado y
sus objetivos totalmente pervertidos.
Ni siquiera en
el escenario de una intervención militar internacional (hoy prácticamente
inviable) o de una fractura militar interna es posible pensar en recuperar
incluso alguna parte o componente de esa institución. En otros países que han
enfrentado conflictos similares las fuerzas armadas han sido un factor clave
para garantizar el orden y asegurar la transición hacia un nuevo régimen
político. Pero ese no es el caso de Venezuela.
Las recientes
actuaciones de las FANB en defensa de los intereses del grupo de las FARC que
lideran Jesús Santrich e Iván Márquez son la mejor evidencia que esa fuerza
armada tiene más conexiones y coincidencias político-militares con la guerrilla
colombiana que con el estado colombiano.
Hay quienes
desde la falsa oposición siguen hablando de unas fuerzas armadas inmaculadas e
impolutas como si estas fuesen algo distinto al chavismo. Las defienden y las
justifican quizás con la secreta esperanza de que algún día estas se cansen de
sostener al chavismo y decidan como institución apoyar un cambio político. Esta
posición es absolutamente ingenua porque se niega a reconocer la realidad y
esta no es otra que las FANB y el chavismo son exactamente lo mismo.
El régimen chavista
ha resuelto declararle la guerra al estado colombiano en su propio territorio
al apoyar militar y políticamente el proyecto de la Nueva Marquetalia de
Santrich y Márquez. Para esto el chavismo le ha dado la tarea a las FANB de
expulsar al otro grupo de las FARC liderado por alias Gentil Duarte de las
zonas que controla en Apure. Una de las consecuencias directas de esta acción
ha sido el desplazamiento de más de 6 mil venezolanos de las zonas de La
Victoria y El Ripial para buscar refugio en Arauquita, Colombia. Irónicamente,
estos compatriotas huyen no de la guerrilla colombiana sino de la barbarie del
ejército chavista que les saquea, abusa y asesina.
No se puede
justificar y menos defender el papel de las FANB y su caricatura del Escudo
Bolivariano en Apure. Las FANB chavistas están orgánicamente comprometidas con
sus generales, jefes de Zodis y demás oficiales en defender los territorios de
un grupo de las FARC y al mismo tiempo beneficiarse de una economía irregular
instalada en la zona y basada en actividades criminales tales como el robo, el
contrabando, la prostitución, la extorsión, el secuestro, pero sobre todo el
control, de las rutas del narcotráfico que son compartidas con grupos
irregulares de las FARC y el ELN.
Definitivamente
con esas FANB no podremos contar los venezolanos para liberarnos de la tiranía.
Esas fuerzas militares que en su conjunto han perdido su horizonte como
defensoras de la integridad del territorio y hay que liquidarlas política y
militarmente junto al resto del régimen chavista para rehacer al estado
venezolano y su componente militar que deberán estar alineados con los
intereses de la nación venezolana y no con otros.- @humbertotweets
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