domingo, 14 de marzo de 2021

¿Para qué sirven las obviedades de la Bachelet?

        Avanza la estrategia internacional para lavarle la cara sucia al régimen chavista en materia de violencia política. Y Michelle Bachelet, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, es parte de ella. Aparentando solvencia moral Michelle Bachelet ha producido una serie de informes donde se constata que el terrorismo de estado del régimen chavista contra la población civil es “masivo y sistemático,” Esa fue una de las revelaciones de su primer informe presentado hace unos meses.

Hoy regresa la Bachelet para insistir en lo obvio: Desde la presentación de su primer informe hasta hoy las ejecuciones extrajudiciales en Venezuela han aumentado, la persecución política no ha cesado y (¡Oh sorpresa!) el salario de los venezolanos es menos de un dólar al mes. 

Entonces la señora Bachelet no nos está diciendo absolutamente nada nuevo. Solo está constatando que la situación es peor que antes.  Y seguirá siendo así mientras el régimen chavista, que es la fuente de la violencia política en Venezuela, siga en el poder.

El problema con los informes que presenta la Bachelet es que forman parte de la hipocresía de la política internacional que siempre termina ayudando al chavismo. Además de unas declaraciones retóricas de algunos países condenando la violencia política en Venezuela no existe la voluntad de aplicar sanciones para detener de inmediato el linchamiento que el régimen chavista aplica sobre su propia población. 

Insistir en presentar este tipo de informes sin que ellos conduzcan a una sanción política y militar real contra el régimen que perpetra el crimen es una burla contra las víctimas. Lo que es peor, termina banalizando la violación que se pretende condenar al estrellarse contra los oídos sordos de la comunidad internacional y perderse en la maraña de informaciones de las redes sociales como una raya más para el régimen chavista. 

La falta de seriedad y la verdadera cara de la señora Bachelet queda en evidencia cuando pérfidamente deja filtrar su potente veneno para esterilizar su propio informe y atribuir la crisis humanitaria a la “imposición de restricciones indebidas” (sanciones internacionales) contra Venezuela. Suscribiendo así, precisamente, el discurso oficialista del régimen chavista. 

Hay quienes celebran este tipo de informes que son presentados en sí mismos como una victoria porque, según dicen, logran visibilizar las violaciones contra los derechos de los ciudadanos y la vida en Venezuela. En realidad estos informes como el que hoy actualiza la Bachelet no sirven de nada si no se les ve como un instrumento incriminatorio que conduzca a la aplicación efectiva de sanciones contra el régimen y sus miembros. 

El informe presentado por Michelle Bachelet sobre las violaciones de los derechos humanos en Venezuela no es más que una lista inútil de obviedades que en el mejor de los casos le da la oportunidad al régimen chavista de, en un milagroso acto de contrición, sancionar a sus presuntos funcionarios violadores. Pero ni por asomo ese informe sugiere establecer la responsabilidad de un régimen que tiene la capacidad de ejecutar la violencia política en forma sistemática y masiva como ella misma lo certifico el año pasado.

De esta forma Michelle Bachelet queda bien porque dijo lo que todos querían escuchar. El régimen chavista queda bien porque se le da la oportunidad de lavarse las manos y ve reforzada su narrativa contra las sanciones internacionales en nombre precisamente de esos derechos humanos que se ufana de ultrajar. Quienes no quedan bien son las victimas del terrorismo chavista y millones de venezolanos que al leer las obviedades de la Bachelet se preguntan y luego ¿Qué se hace con eso? .- @humbertotweets 



No hay comentarios.:

Publicar un comentario