Hugo
Chávez cambió la naturaleza de las fuerzas armadas venezolanas. De ser una
institución al servicio de la República ha quedado reducida al apéndice más
servil del régimen. Esto lo logró dinamitando la historia y la doctrina de las
FANB, creando alianzas antinaturales con la guerrilla, el narcotráfico y grupos
paramilitares que se agenciaban para sostener al chavismo en el poder.
En
este desarrollo de casi dos décadas se cambió la orientación democrática e
institucional en las FANB por la propaganda ideológica del socialismo y el
chavismo. Igualmente se adoctrinó a los nuevos oficiales en el credo de
reconocer a la guerrilla colombiana de las FARC y el ELN como ejemplos de un
supuesto bolivarianismo. Los nexos del régimen chavista y de las fuerzas armadas
de venezuela con la guerrilla colombiana han sido sobradamente documentados en
medios periodísticos.
Para
el chavismo la alianza militar con la guerrilla colombiana ha significado la
posibilidad de convertirse en un factor perturbador de la política en Colombia,
o una forma de comenzar a influir directamente en los asuntos domésticos del
país vecino e inhibir una eventual acción armada.
El
resultado ha sido la formación de varias promociones de oficiales en las FANB
con ideas muy difusas en torno a su papel en defensa de la república. Al caos
operacional y logístico que hoy vive las FANB se suma el alto grado de
confusión de numerosos efectivos que fueron entrenados para ver como aliados a
regímenes totalitarios de izquierda como Cuba y Nicaragua y además a las
fuerzas guerrilleras principalmente de Colombia.
En
medios castrenses se percibe como normal que Venezuela haya roto su relación
institucional con los Estados Unidos en materia de combate al narcotráfico. Y
esto lleva inclusive a justificar la actuación delincuencial del cartel de los
soles por razones de seguridad de estado.
Esta
política de postración ante el crimen es lo que condujo a una actitud permisiva
de los comandantes de las FANB con diversas formas de delito sobre todo en la
frontera. Para nadie es un secreto que oficiales y contingentes militares
destacados en Táchira, Barinas, Apure Zulia y Bolívar reciben órdenes
superiores para dejar operar con la mayor libertad a estos grupos irregulares
dentro del territorio venezolano. Algunos documentos internos de las FANB
incluso justifican esta política reconociendo la superioridad militar y logística
de esos grupos frente a las FANB. Se les dice a los oficiales que es una forma
de preservar su vida.
El
resultado ha sido una fuerza armada útil instrumentalmente para linchar a la
población civil pero totalmente castrada a la hora de enfrentar el crimen. En
estas condiciones guerrilla y paramilitares que operan libremente dentro de
Venezuela con la anuencia de las FANB ahora se vuelcan en contra de sus antiguos
protectores desatando una ola de secuestros y asesinatos a militares que parece
imposible detener.
Es
una vergüenza que el ministro Vladimir Padrino López tenga que pedirle a sus
oficiales de las FANB que frente a los
ataques de la guerrilla y el crimen no pueden dudar y deben actuar. De esta
forma Padrino López admite con claridad que las actuales FANB están paralizadas
frente al crimen, son incapaces de defender la integridad del territorio y, lo
más grave, están dudando a la hora de actuar frente a sus antiguos socios.
Las
dudas que hay en las FANB y a las cuales refiere Padrino López no van a
desaparecer porque él lo pida. Se requiere de una renovación profunda que
quizás signifique reemplazar esta FANB corrupta y aliada del crimen por una
fuerza militar íntegra y honesta al servicio de la república. Y eso solo será
posible con la expulsión del chavismo y sus militares serviles del poder. @humbertotweets
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