Exigir para todos los venezolanos el pago del salario en dólares estadounidenses es simplemente el reconocimiento a una realidad fáctica que se le ha impuesto al régimen chavista: Casi todo se ha dolarizado en Venezuela, menos los salarios y las jubilaciones de los trabajadores del sector público.
Algunas empresas privadas en un intento por retener el talento y el trabajo de sus empleados hacen acuerdos privados para pagar en dólares, pero esta es una situación que hasta ahora es excepcional y aún no ha sido regulada por el régimen por lo que no cubre a la gran mayoría de los trabajadores venezolanos.
No solo los bodegones venden en dólares. Es prácticamente imposible acceder a bienes y servicios en Venezuela sin pagar en dólares o haciendo el cálculo de su pago con base a la divisa aunque se pague en bolívares. De manera que quien no tenga dólares está excluido del circuito económico. Y en esa situación se encuentran la mayoría de los trabajadores venezolanos.
Por eso exigir la dolarización de los salarios resulta un reclamo obvio para los trabajadores, pero no para sus dirigentes sindicales y los partidos políticos. Muchos de estos dirigentes tartamudean y se les enreda la lengua a hora de hablar sobre este tema para no provocar al régimen chavista. Lo interesante es que entre los mismos seguidores del chavismo hay apoyo para esta tesis, a pesar de las amenazas de su propio gobierno.
Algunos operadores del chavismo han sido literalmente execrados del régimen por defender esta tesis. Tal es el caso de Oscar Figuera, secretario general del Partido Comunista de Venezuela a quien Jorge Rodríguez lanzó a las fieras chavista para su linchamiento por atreverse a pedirle a Nicolás Maduro que pagara los salarios en dólares.
Este es un tema clave en la lucha contra el régimen chavista porque lo enfrenta a sus propias contradicciones. Fueron Chávez y el chavismo quienes levantaron la falaz bandera antiimperialista para luego de destruir al país y su economía verse obligados a reconocer la fortaleza de la divisa norteamericana.
Pero el régimen chavista, con el argumento de la economía de guerra, prefiere pagar su burocracia civil y militar y todas sus operaciones de corrupción con los dólares disponibles y negarle los dólares a los trabajadores venezolanos. Para el chavismo es un asunto de prioridades. Los trabajadores desahuciados por el régimen, desarticulados y desmoralizados no representan una amenaza real.
En esta lucha los trabajadores están solos, por su cuenta. Los partidos en su mayoría están vendidos al régimen chavista. Y estos partidos controlan los gremios y sindicatos e influencian las agendas de lucha. La mayoría de esa dirigencia sindical siguiendo el cálculo y la cautela aconsejada por los partidos se muestra dubitativa e indecisa. En lugar de lanzarse a la calle abiertamente en una lucha por la dolarización de los salarios prefieren abogar por un aumento de salarios en bolívares y otras reivindicaciones laborales menores. Por eso la lucha por dolarizar los salarios en Venezuela aún no ha alcanzado masa crítica.
Las condiciones están dadas para el surgimiento de organizaciones sindicales y gremiales de nuevo tipo al margen de los partidos, comprometidas con sus intereses de clase y dispuestas a organizar y acumular fuerzas para enfrentar exitosamente al régimen chavista bajo una consigna que en la actual coyuntura sintetiza un clamor nacional: Por el pago de salarios y jubilaciones en dólares para todos los venezolanos.- @humbertotweets